Este título, puede sonar extraño, ya que parece que los colegios mayores, ofrecen un servicio (intangible, con caducidad), es decir un sitio para dormir, comer y estudiar, pero claro esto lo hacen las residencias ¿no?. Por ello, ellos quieren casi crear un producto, una imagen de marca diferenciada, ellos lo llaman el proyecto educativo.
El proyecto educativo, es un producto, con su precio (alto) su tipo de distribución (selectiva, esta en los colegios mayores, pero no en las residencias, y no es exclusiva, porque cada colegio mayor no vende su propio proyecto educativo, sino que tienen notas comunes).
¿Y qué es?, pues nadie lo sabe exactamente, ni ellos mismos, puede incluir religión o no, primar el estudio o las actividades. pero lo que todos tienen en común y los diferencia de las residencias, es primar la convivencia y la pertenencia al lugar alejándolo de un simple espacio dedicado para comer y dormir.
Se trata en resumen, de añadir un valor extra un hilo conductor, a la convivencia de 100-200 personas para que no sientan que están en un hotel a pensión completa si no que participen en actividades, socialicen y sobre todo acaten un reglamento interno.
El proyecto educativo, es un producto, con su precio (alto) su tipo de distribución (selectiva, esta en los colegios mayores, pero no en las residencias, y no es exclusiva, porque cada colegio mayor no vende su propio proyecto educativo, sino que tienen notas comunes).
¿Y qué es?, pues nadie lo sabe exactamente, ni ellos mismos, puede incluir religión o no, primar el estudio o las actividades. pero lo que todos tienen en común y los diferencia de las residencias, es primar la convivencia y la pertenencia al lugar alejándolo de un simple espacio dedicado para comer y dormir.
Se trata en resumen, de añadir un valor extra un hilo conductor, a la convivencia de 100-200 personas para que no sientan que están en un hotel a pensión completa si no que participen en actividades, socialicen y sobre todo acaten un reglamento interno.
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